domingo, octubre 6

Saludos al infinito

Dejé de fumar, cada vez dejo que mi cabello crezca menos, perdí "amigos", gane y perdí peso, no tengo ni me hago mucho tiempo para escribir por acá, comencé a tomar decisiones de "adulto", pienso en el futuro, hago planes de familia, he visto como algunas relaciones han mejorado y otras empeorado, me he vuelto ateo, gano y pierdo fe en la política, sufro y disfruto cada triunfo de mi equipo de fútbol...pero por sobre todo extraño a mi tío, al abuelo y desde hoy a una amiga que sin querer la tenía "olvidada"...a veces somos más injustos de lo que creemos o más malvados de lo que pensamos. No obstante prefiero quedarme con que a veces somos más justos de lo que creemos y que a veces somos mucho más buenos de lo que pensamos.


Descansa en paz GINGER!! Donde quiera que estés haré un salud por ti con una cerveza...como tantas veces compartimos en el peda!! Se te extrañará mucho acá abajo!!!

miércoles, enero 9

Es extraño, por decirlo de manera suave, que hoy vivamos en un mundo tan avanzado en millones de aspectos y aun así no somos capaces de superar algunas cosas que parecieran ser básicas. Por ejemplo, hoy tenemos artistas cuyo arte es sinceramente una porquería a pesar de que cuentan con una tecnología avanzadísima y la posibilidad de estudiar el arte que practican como nunca antes se había visto. Por otra parte, tenemos a gran parte de la población con acceso a millones de diferentes medios de comunicación  pero siguen siendo sencillamente ignorantes en relación a lo que realmente está pasando en el mundo. También, contamos con millones de libros y documentos de nivel y aunque muchos sostengan que aquí en chile la gente al menos no lee porque los libros son caros debido al impuesto que se les aplica, es necesario sostener que la gente no lee porque sencillamente no quiere. Así de simple, no quiere. Si así fuese gastaríamos menos en alcohol, cigarrillos, fiestas, ropa de marca y no cambiaríamos el auto todos los años.
Por otra parte, contamos con estudios científicos muy avanzados que demuestran ciertas actividades que desarrollamos que causan un negativo impacto en nuestro medio ambiente o bien el uso de ciertos elementos demasiado nocivos como el petróleo pero teniendo el acceso y el desarrollo de fuentes de energía limpia insistimos en exterminar los recursos.
Contamos con un sistema económico frágil y que tiene por objetivo simplemente destruir y esclavizar a quienes forman parte del mismo y así y todos somos felices y sonreímos cada vez que recibimos nuestro cheque a fin de mes y engordamos nuestras cuentas corrientes, validando que nos metan el dedo en la boca. Quizá seguimos siendo inocentes por más adultos que intentemos parecer.
Todo esto podría ser explicado en la forma en que han tratado al ganado todos aquellos que han tenido acceso al poder, y a pesar de que nos muestran en nuestros ojos cada cierto tiempo lo innecesario que somos el 99% de la población, tomamos aquellas muestras como un simple espectáculo en el que incluso somos capaces de pagar precios excesivos para poder simplemente decir "yo estuve ahí". Cuando pienso en esto no puedo evitar recordar "Tiempos Modernos" de Charles Chaplin, especialmente la imagen de cuando ingresan a trabajar. Creo que una mejor imagen sólo podría haber sido poner ovejas perseguidas por un perro pastor pero quizá ahí habría sido demasiado obvio y muchos se habrían molestado. Sin embargo, a ellos no les parece nada del otro mundo o miserable ver como cada día en los accesos al tren subterráneo vemos la misma imagen. La ficción podemos evitarla, reírnos de ella e incluso tomarla como modelo de inspiración, no obstante la realidad la asumimos como tal y no hacemos absolutamente nada para modificarla.
Días atrás leía un ensayo llamado "The Beautiful House" de Oscar Wilde, quien además de poner en el tapete los mismos tópicos fue perseguido, insultado y humillado por simplemente ser diferente. Claro, el tipo nació 100 años antes de lo que debía y dijo cosas que para la sociedad victoriana de Inglaterra parecían simplemente una aberración pero si aplicamos comprensión lectora nos damos cuenta que esos mismos puntos que él exponían siguen siendo los mismos que hoy en día aquejan a miles y para quienes la cosa simplemente no cambiará debido a que nadie (incluso ellos mismos) desea hacer algo para cambiar esta realidad. Todos usamos las plataformas sociales para protestar por lo que nos parece un abuso pero no somos capaces de levantar nuestros sucios traseros para pelear por aquellas mismas causas.
Somos realmente una raza extraña. Tenemos el más amplio desarrollo cognitivo en todas las especies conocidas en este planeta y somos la única que busca exterminar y ser exterminada. Odiamos la estupidez pero amamos vivirla. Despreciamos a los políticos pero cuando salen los tipos de nuestros colores los bancamos a muerte, aunque sean una porquería y estemos conscientes de ello. Somos sencillamente especiales y si existen seres de otros planetas que vienen a estudiarnos ya veo el por qué lo hacen. Somos materia confusa dispuesta más a sufrir que ser feliz.

 Música para degustar:



sábado, octubre 13

Los Buenos mueren jóvenes

Hace ya un año pase los días más tristes de mi vida. Hace ya un año se me fue una persona que amé mucho, que estimaba más que a muchos de los que conozco y que lamentablemente me será imposible de reemplazar. Claro, nadie es reemplazable pero esta pérdida es una herida abierta que por mucho tiempo costará sanar.
Mi tío Eduardo, el pelao, era un hombre cuya personalidad unificaba, que te provocaba abrazar con toda tus fuerzas al momento de saludar y que en sí personificaba muchas cosas de las cuales se sustentan buenos ideales en el mundo, como es luchar por tus derechos, por tus anhelos, esperanzas y por querer cambiar todo lo malo que está sucediendo últimamente en este mundo enfermo. Él enseñó que besar en la mejilla no era exclusivo del género femenino y que además no sólo significaba demostrar cariño, sino que también aprecio y un profundo sentimiento de respeto. Fue él quien en vida me enseñó que no se necesitan lazos sanguíneos para decir “tío”, sino que también aquella frase podía ser acuñada a cualquier persona que estimaras y admiraras.
Con su muerte muchas cosas en mi cambiaron, se volvieron de cierta manera desabridas, incoloras y por sobretodo tristes. Con él fue quien me pregunté una vez más el motivo de por qué los buenos mueren jóvenes y gracias a él llegué a una respuesta y esa es que la “juventud” es el premio de quien vive por el resto, se enorgullece de lo que tiene y quienes lo rodean, así como también de emocionarse por cada uno de los logros que podemos conseguir, por muy mínimos que estos sean.
Mi tío se me fue después de una lucha contra el cáncer, contra esa enfermedad de mierda que te hace sólo querer despertar de una pesadilla que tiene nombre y lamentablemente también posee fecha de vencimiento. Un vencimiento doloroso que no hace más que aliviar a quien se va pero dejando a cambio un gran dolor en quienes permanecemos en esta vida, en este aquí y ahora. Mi tío se fue dejándonos muchos legados y muchas acciones por cumplir para honrarlo. Hoy es su tumba la que marca el lugar donde a menudo me acerco para sentarme a conversar de la vida mientras me fumo un cigarro mientras conversamos de lo último que nos ha pasado, y a pesar de que físicamente no escucho sus respuestas siempre siento que su mensaje llega de una forma u otra.
Su cuerpo se nos fue, su alma quedó con nosotros y se junta a conversar y a abrazarnos cuando más lo necesitamos. Es aquella mano que te ayuda a levantarte, te da calor en los momentos más fríos y te alumbra en los momentos más sombríos.
Mi tío se me fue a sus 51 y si bien quizá para muchos eso no es necesariamente ser joven habría simplemente bastado conocerlo para darse cuenta de que la juventud se le salía por los poros y descansaba en su forma de ser y su mente a través de sus ideas revolucionaras y progresistas. Mi tío creía en un lugar mejor y despreciaba a todos sus coetáneos por no querer participar de forma activa en los cambios que a nuestra sociedad urgen, como lo es la educación, la salud y los derechos humanos. Mi tío era el “Che Guevara” que tuve a mano, el guerrillero que dedicó su vida para entregarnos un legado de amor, comprensión y ayuda y solidaridad con el prójimo.
Con su partida y saber que murió tan joven me acordé de la frase de Benedetti “Y pensar que cuando éramos niños los viejos tenían como treinta”. Me acordé cuando pensaba que tener 27 era suficiente para hacer todo lo que necesitaras hacer y legar en esta vida y ahora que los tengo creo que no he vivido nada y peor aún creo que si llego al igual que él a los 51 tampoco habré hecho mucho. Sin embargo, espero poder algún día terminar el libro que estoy escribiendo y dedicárselo a su memoria, pues sin su partida creo que muy poco de lo que hago hoy lo estaría haciendo, porque a fin de cuentas lo único que uno puede dejar en esta vida es un legado sea como haya sido, para bien o para mal, total lo único que en realidad importa es que todos hemos venido a este mundo a cambiarlo pero son muy pocos los que a fin de cuentas han conseguido hacerlo y felizmente mi tío lo hizo a su manera.
Música para degustar: “Crazy crazy nights”… ¿Cómo podría poner otra?...si usted hubiese sabido tocar una guitarra, una batería o un bajo habría sido un rockero empedernido. Gracias una vez más por su legado.

domingo, septiembre 2

2 de Septiembre

Hace exactamente un año, más o menos a esta misma hora - o quizá un poco más tarde - me enteré del accidente aéreo de Juan Fernández, del Felipe Camiroaga y el Felipe Cubillos y toda esa gente que murió ahí. Sin embargo, mi cabeza andaba en otra parte, pues a esa misma hora comenzaba a abandonar el Instituto Nacional del Tórax en providencia. Acababa de visitar y conversar por última vez con mi tío Eduardo. Aquella vez, sería la última vez que lo haría en privado y por mucho tiempo sólo con él. Días antes me había enterada que aquel dolor constante que sufría hace más de un año no era por problemas al corazón o un montón de otras patologías que pensamos podrían haber sido. Aquel intenso dolor era un cáncer que se lo terminaría llevando pocos meses más tarde.
Aquella vez hablamos de muchas cosas, como siempre lo hacíamos. Incluimos política, costo de la vida, del trabajo, la familia, el embarazo de mi hermana y por supuesto su infaltable dosis de rock. Aquella vez, también fue la primera y única vez en donde lo vi llorar y sufrir por su irremediable estado de salud. Se preocupó por su familia, por nosotros e incluso por el futuro que vendría para todos los chilenos si no cambiábamos la actual forma de vida dependiente de gobernantes hijos de puta que llevamos hasta el día de hoy. Me comentaba que estaba triste por ver a jóvenes peleando por la educación y que los más viejos se preocuparan menos de lo que debieran. Mi tío era sindicalista y odiaba ver cómo nos cagaban día a día y como por supuesto nos siguen cagando.
Recuerdo que aquella vez le dije que lo quería mucho, que saldríamos de esta y que todo lo que viniera sería mejor. Maldito mentiroso fui aquel día. Sabía que los diagnósticos era sombríos y que lo más probable es que a él le quedaran sólo unos meses antes de que mis próximas visitas no fueran en su casa sino que en el cementerio.
Como fuera, aquel día me sentí aliviado por mi visita porque pensé que antes de que muriera le había dicho lo importante que era para mí, lo mucho que lo quería y las muchas cosas que vendrían. Un mes y medio más tarde toda la familia tendría la triste noticia y la pena de que jamás en esta vida nos volveríamos a abrazar. 
Y junto con todo lo emocional que fue ese día, unas horas antes el abuelo Juan había ingresado al hospital por problemas de salud. 3 Días más tarde estábamos en el primer funeral en menos de un mes y medio.
Ese día terminó, fue difícil pero confié en que las cosas mejorarían, así como siempre he pensado que lo harán, aunque siguen estando estancadas y con poco futuro por delante. 
Como sea, aquel día dije "lo quiero" y con eso bastó para sentirme mejor.

Música para degustar: "Listen to the music"

domingo, agosto 19

Es lo que hay

Hoy quiero odiar...pasé mucho tiempo entregando buenas vibras y pensando que el futuro de una forma u otra sería excelente pero la paciencia es corta y como hombre cuya virtud menos desarrollada es aquella, me aburrí. Hoy odio, quizá mañana vuelva a "entregar".

Música para degustar: "Someday never comes"

martes, junio 12

Ayer andaba en auto por un parque cerca de mi casa y mientras veía a unos tipos ejercitándose recordé aquellos años en donde iba con mi papá al mismo parque a jugar a la pelota. Recordé todos esos días en donde terminábamos todos sudados de tanto patear esa pelota de color cuero y que por años usé sobre el asfalto de mi pasaje cuando aún tenía amigos de mi edad. Recordé también, a todos esos amigos que alguna vez tuve y que el tiempo y el destino se encargaron de separarnos a temprana edad...vaya uno a saber la razón.
Como pasa el tiempo pensé mientras la figura de aquellos tipos en posición de ejercitar abdominales se desvanecía como la marca que deja la taza de café caliente que tomo mientras escribo. Han pasado los años, amigos, colegio, universidad, trabajos, campeonatos, derrotas, pérdidas de seres queridos y una lista sin fin de otras cosas desde aquellas frías tardes de invierno en donde pensé que la depresión me comía sin llegar a la adultez, y así como miles de cosas han pasado, se han ganado muchas otras, como esos pequeños cachetes rojos, ojos de aceituna y pelo rizado que mañana a mañana me despierta por su necesidad de alimento, sueño o bien mañas. Como pasó el tiempo que ya nos somos los mismos de antes, sino que ahora al poner la mesa siempre debemos contar un puesto más.

Música para degustar: "Wishful Sinful"

domingo, mayo 27

El que esté libre de pecado que tire la primera piedra. El que no sea víctima o victimario de un mismo hecho que dé un paso al frente.
Reconozco que con el paso del tiempo uno se vuelve extrañamente más sensible -e insensible a la vez- dependiendo del tema de cual se hable. Quizá esto va en completa relación a si el tópico a tratar puede ser observado objetivamente o bien si es (im)posible dejar de lado la subjetividad.
Hay veces en que los problemas de algunas personas los vemos con simples soluciones y lo que es curioso es que en ocasiones similares no somos capaces de nadar en un vaso de agua. Somos seres atormentados que a veces sabiendo escapar de nuestros tormentos preferimos permanecer en ellos, pues el miedo a lo nuevo -siendo a veces muy positivo- nos hace detenernos.
Tengo tejado de vidrio para muchos temas y sé que fácilmente lo olvido pero a la vez tengo la facultad de darme cuenta de eso antes de opinar, por lo que mis negativos pensamientos quedan solamente en ello, pensamientos...

Música para degustar: Down In A Hole